Ediciones Arracimada

viernes, 6 de diciembre de 2013


 

TRANSDISCIPLINARIEDAD, INTEGRACIÓN  CURRICULAR Y PEDAGOGÍA: RETOS DE LA EDUCACIÓN LATINOAMERICANA.

En cierta aldea, cuya ubicación topológica era especial por carecer de límites,  habitaban unos seres que tenían como principio de sus acciones las leyes del caosmos. Su pensamiento y procesos de construcción del conocimiento  y su visión moral estaban ligados a la naturaleza. Esta aldea fue invadida por otros seres, que basaban su acción en el cosmos, establecían límites y actuaban con una lógica línea y binaria. Su comportamiento moral derivada de la observación entre los hombres.

Producto de esta invasión surgieron prácticas como la de crianzas de animales para la alimentación. Es así como esta aldea se especializó en la crianza de cabros, su economía dependía de esta actividad.  Cierto día,  de verano intenso, se inició un incendio forestal, que alcanzó los criaderos de cabros, de los cuales algunos lograron salir en estampida.

Al controlar el incendio los habitantes del pueblo, por órdenes de su líder, fueron a buscar a los animales. Éstos fueron encontrados incinerados a lo largo del camino.  Se ordenó recogerlos y llevarlos al líder.

No teniendo otra alternativa, los habitantes de la aldea comenzaron a comer los restos de los cabros quemados.  Al poco tiempo, el líder se percató que una de las carnes tenía un sabor muy especial y podría constituirse en un plato alimenticio de gran valor económico para la aldea. Por lo tanto, ordenó una investigación para que se pudiera realizar el proceso varias veces. Inicialmente para obtener la misma carne, se realizaba un incendio forestal igual al anterior y se recogía la carne de los cabros que habían logrado correr.

Para mejorar los procesos, los encargados de la investigación llegaron a la conclusión de que se debía modificar el sistema educativo y crear las siguientes especializaciones del saber:

-          Especialistas encargados de determinar la dirección de los vientos para el momento de propiciar el incendio forestal

-          Especialistas para cultivar los árboles que se debían incendiar

-          Especialistas para iniciar el fuego,

-          Especialistas para determinar los kilómetros que debían correr los cabros

-          Especialistas para determinar el peso de los cabros.

-          Especialistas para el diseño de corrales

-          Especialistas en alimentación de los cabros

-          Especialistas para recoger los restos de los cabros quemados

Este sistema educativo fue acompañado de teorías pedagógicas, modelos curriculares y planes de estudio, que fueron acreditados para otorgar los títulos correspondientes.

Sin embargo, como en todo sistema, hubo pobladores que no pudieron acceder a la educación por diversos motivos. Entre ellos se encontraban un carbonero, una artista plástica y un herrero, los cuales un día decidieron analizar el proceso que se implementaba para lograr la carne de cabro con el sabor especial y se dieron cuenta de lo ilógico  y costoso que resultaba el  mismo. Emprendieron entonces una actividad para mejorar el sistema y como producto construyeron un “asador de carbón”. Este asador fue presentado a la comunidad científica, el cual lo rechazó porque “no fue construido siguiendo los pasos del método científico.”[1]

 

Un rasgo que ha permeado la educación en América Latina ha sido la incorporación de modelos educativos provenientes de  Europa y Norteamérica, los cuales han sido implementados sin haberse realizado un análisis crítico de los mismos y sin consultar las necesidades propias de la región. Es por este motivo que, en el caso de la educación superior, las universidades latinoamericanas adolecen de una impronta propia, es decir sus propuestas educativas no  tienen identidad. Por el contrario,  priman en ellas las lógicas lineales binarias, el antropocentrismo, la formación del individuo y el “capital humano”, el mundo de lo discreto.  Educación que garantiza así la formación de un sujeto productor y reproductor del modelo del capital.

Ahora bien, como alternativa emerge la posibilidad de nuevas formas  de construir  conocimiento; en las cuales se asuman nuevas lógicas, una inteligencia colectiva, un cerebro social, el diálogo de saberes y  el reconocimiento del mundo de lo continuo.

En este ensayo se desarrolla el concepto de Integración curricular y la pedagogía de la integración como  ejes que permiten la generación de estrategias encaminadas hacia la consolidación de la transdisciplinariedad como alternativa para la generación de pensamiento propio, desde el contexto latinoamericano.

Transdisciplinariedad, Integración Curricular y Pedagogía.

Fergusson (sf),  aclara que “un paradigma transdisciplinario no es una “metodología” instrumentalmente aplicable por “usuarios” ávidos de una receta para dotar sus proyectos de investigación de una apariencia de actualidad.” El autor  precisa el concepto de paradigma transdisciplinario:

 

Un paradigma transdisciplinario entendido aquí como: … el proceso de formación de nuevos campos del saber, que se constituyen por el entrecruzamiento de varias disciplinas (o fragmentos de ellas), creando en los intersticios, “zonas de nadie” que rápidamente reclaman para sí un estatuto epistemológico propio y original, obligando a reconfigurar campos ya existentes y/o a generar metacampos del conocimiento que engloban perspectivas disciplinarias diversas… replantea en su raíz la lógica de los espacios del conocimiento, sus fronteras, sus modos de abordaje, sus “objetos” y su racionalidad (lo que hemos denominado antes, Modelo Cognitivo). Se trata de un atravesamiento de prácticas y discursos, es decir, una reapropiación de acerbos y repertorios teóricos y conceptuales, que pueden reintegrarse en otra lógica de los saberes, y que indica con claridad, que los protocolos y legalidades cognitivas del viejo paradigma ya no funcionan cabalmente en este nuevo espacio. Se trata de inaugurar una nueva episteme, es decir, nuevas reglas de juego para la producción, circulación y recepción del conocimiento. Esta perspectiva supone un nuevo repertorio de nociones, conceptos y categorías a tono con la racionalidad que irrumpe, en concordancia con el tono civilizacional que opera como horizonte de sentido, como sensibilidad intelectual, como mirada de los nuevos campos, como diálogo de saberes en el marco de la diversidad cultural, como re-comprensión de la propia idea de “realidad”, como práctica y discurso de los nuevos actores que emergen. (Fergusson, sf, 5).

 

En esta visón de lo  transdisciplinar  es posible abordar    la integración curricular, la cual  tiene como propósito pedagógico incrementar la comprensión de lo que se enseña, estableciendo relaciones entre las gramáticas, conceptos, procesos y metodologías propias de cada una de las disciplinas o áreas del saber que son convocadas en la creación de estrategias de solución de un problema contextualizado, desde el mundo de la vida o desde el mundo científico. Estas estrategias deben estar encaminadas a propiciar y fortalecer las capacidades de construcción de Modelos y  Teorías. Al respecto Carlos Vasco (1996) advierte que:

 

No debe olvidarse que el propósito principal de la integración no es el de integrar disciplinas y áreas por el placer teórico y estético de lograr esa integración, sino propiciar en cada uno de los estudiantes, por medio de diferentes tipos de estrategias, la integración mental de los conocimientos entre si, de éstos con los valores, las actitudes, las actividades y la vida misma del estudiante. (Vasco, 1996).

 

 

En cuanto a la integración curricular, Fergusson (sf),  comenta que “en el orden práctico, para corregir las disfunciones causadas por disciplinarización y atomización del conocimiento, es necesario desarrollar currículos integrados",  y propone los siguientes niveles de integración:

1.    Disciplinaridad -  Multidisciplinaridad -  Interdisciplinaridad - Transdisciplinaridad

2.    Deconstrucción – Articulación – Interrelación -  Re-Integración

 

Continúa el autor referenciado que los anteriores niveles implica  “plantearse etapas de integración entre disciplinas afines/próximas; entre saberes académicos diversos y entre saberes académicos y saberes del sentido común.”  

 

Marcel Boisot (Citado por Perea, 2005), distingue tres niveles de interdisciplinariedad: Nivel lineal (una o mas leyes de tomadas de una disciplina se utilizan para explicar fenómenos de otras);  Nivel estructural (las interacciones entre dos o más materias llevan a la creación de un cuerpo de leyes nuevas que forman la estructura básica de una disciplina original); Nivel restrictivo ( se acota el campo de investigación en cada materia en orden exclusivamente a un campo de investigación y a un específico campo de aplicación).

 

Para Vasco (1999) la palabra integración es el vocablo genérico; hay una escala de integración desde la mínima que es la correlación, hasta la máxima que es la unificación de temas de distintas disciplinas en una síntesis transdisciplinaria.

 

Tomando en cuenta los anteriores referentes se presenta un marco de integración en el cual se hace uso de diversas estrategias.

 

ESTRATEGIA DE INTEGRACIÓN
DESCRIPCIÓN DE LA ESTRATEGIA
Integración en torno a un proyecto productivo
 Esta integración tiene como eje articulador las actividades productivas.
Integración en torno a un Tópico Generador
En este tipo de integración se parte de la formulación conjunta de un problema teórico fuerte, que puede ser común a varias disciplinas y que debe ser solucionada con la participación de todas ellas.
Integración en torno a una situación
Problémica Ambiental
La integración en este contexto está relacionada con los Proyectos Escolares Ambientales (PRAES)

 

 

 

Roegiers (1997)  ubica el sentido pedagógico del concepto de integración, referido a los aspectos de la integración en el campo de los aprendizajes: “El principal aspecto se refiera a la  movilización conjunta de los diferentes conocimientos escolares realizada por el alumno en una situación significativa. Lo que podemos llamar la  integración de los conocimientos o integración situacional.

En este marco, para consolidar una propuesta de integración curricular desde la transdisciplinariedad,  se debe consolidar un corpus teórico, práctico y ético que se proyecte desde el constructivismo sistémico, el vínculo social del conocimiento, la inteligencia colectiva y el cerebro social. Es decir, desde una perspectiva de la complejidad, reconociendo las  particularidades de las diversas disciplinas científicas.

La epistemología de la complejidad postula  que “…el conocimiento es una aventura en espiral que tiene un punto de partida histórico, pero no tiene término, que debe realizar círculos concéntricos sin cesar; es decir, que el descubrimiento de un principio simple no es el fin; reenvía de nuevo al principio simple que ha esclarecido en parte…” (Morin, 2007). 

Esta visión de la transdisciplinariedad  implica  superar la pedagogía y asumir el pedagogiar[2], en donde  el acto educativo consiste en posibilitar que la influencia del campo de aprendizaje se extienda más allá de sus miembros y pueda entrar en contacto con otros sistemas. Es decir,  en el pedagogiar está implícita   la dinámica de influir y ser influido sinérgicamente  por los sujetos, la cultura y la naturaleza, de forma tal que se estimula permanentemente el cambio. Implica por lo tanto, reconocer la existencia de niveles de Realidad;  la lógica de los intermedios incluidos y la complementariedad. 

El pedagogiar asume como principios el antiautoritarismo (entendido como la generación de procesos autonomía, estética de la resistencia y  libertad); La Educación Integral  (educar para la vida social y ecológica ); La autogestión pedagógica (los procesos de construcción del conocimiento sea responsabilidad  del individuo y del colectivo);  El rigor en la investigación, la argumentación, la crítica, la transformación y  la apertura en la aceptación del caos, lo desconocido, lo inesperado y lo imprevisible.

A manera de conclusión, es posible postular la necesidad de transformar las formas de acercarse al conocimiento, asumiendo una actitud crítica ante los modelos anclados en las estructuras de saber – poder, que han impuesto unas verdades de carácter universal. Para lograr este propósito debe considerarse, entre otras alternativas, la transdisciplinariedad, en el sentido que ella implica modificar la escuela y sus prácticas, incorporando una nueva visión de construcción del conocimiento ligada a los criterios de humanidad.

 

BIBLIOGRAFÍA

Fergusson, Alex. (sf). Las Lógicas disciplinarias y la emergencia de los paradigmas de la complejidad y la transdisciplina. Caracas: Universidad Central de Venezuela.

Perea, C. (2005). Integración curricular e intervención mediadora. Fusagasugá: Revista Esquemas Pedagógicos No 6. Universidad de Cundinamarca.

Roegiers Xavier (2007). Pedagogía de la Integración. Competencias e   integración de los conocimientos en la enseñanza. Costa Rica: Coordinación educativa y cultural de Centro América.

 

Vasco, C (1996). Informe de la Misión de Sabios. Colombia al filo de la oportunidad. Tomo I.  Bogotá: Tercer Mundo Editores.

 
Vasco, C. (1999). El saber tiene sentido. Una propuesta de Integración Curricular. Bogotá: Ediciones Antrhopos.


[1] Recreación realizada por el autor del ensayo, de un cuento popular de la región de Santander (Colombia).
[2] El concepto pedagogiar, fue construido en los círculos de pensamiento pedagógico realizados con el Dr. Germán Zabala, en la Universidad de Cundinamarca.
 
 
 

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