Ediciones Arracimada

martes, 12 de mayo de 2015

El Estado en crisis

APUNTES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UN NUEVO ESTADO: UNA ALTERNATIVA A LAS POSTURAS OFICIALES

Carlos Perea S.

Para generar una posible respuesta a la pregunta problema ¿Qué tipo de Estado es el adecuado para que un país en vía de desarrollo se inserte en la economía mundial sin empobrecerse?  Es importante asumir tres variables correlacionadas, a partir de las cuales estructurar el camino hacia la configuración de un nuevo Estado, que pueda responder a las demandas del mundo actual.  Estas variables son, en primer lugar, la redefinición interna de lo político, lo económico y lo social, en segundo lugar la construcción solidaria de bloques regionales y por último, el establecimiento de equidad a nivel de lo internacional. En este ensayo abordaré lo concerniente a las alternativas de transformación desde lo económico, lo político y lo social, que tienen los Estados  caracterizados por presentar economías  débiles, para poder establecer relaciones en condiciones más equitativas con los países que presentan economías fuertes. Este análisis se hace a partir de los planteamientos de Amartya Sen, Boaventura de Sousa, Lusi J. Garay y Germán Zabala.

La visión  de una nueva economía

En el contexto de la economía interna, debe asumirse el concepto  de pobreza como privación de capacidades, tal como lo propone Amartya Sen. Según este economista la  pobreza no está determinada por la falta de ingresos o riqueza, sino por la ausencia de las capacidades básicas, fenómeno que genera un efecto de cascada.

Sen, señala que cuando se analiza la justicia social, existen poderosas razones para juzgar la ventaja individual en función de las capacidades que tiene una persona, es decir, de las libertades fundamentales de que disfruta para llevar el tipo de vida que tiene razones para valorar. (Sen, 200).

El enfoque de la pobreza basado en las capacidades tiene las siguientes ventajas:

-          La pobreza puede identificarse de forma razonable con la privación de capacidades; el enfoque centra la atención en las privaciones  que son intrínsicamente  importantes
-          Hay otros factores que influyen en la privación de capacidades – y, por lo tanto, en la pobreza real- además de la falta de renta (la renta no es el único instrumento que genera capacidades).
-          La relación instrumental entre la falta de renta y la falta de capacidades varía de unas comunidades a otras e incluso de unas familias a otras y de unos individuos a otros (la influencia de la renta en las capacidades es contingente y condicional) (Sen, 2000).

Para Sen, el ser humano no es un objeto receptor de prestaciones, sino un sujeto ético agente de su propio destino.

Otro concepto de vital importancia, desde la perspectiva de la economía  es el  de Deuda Social. Para abordar este fenómeno es necesario caracterizar las mutaciones que está experimentando el capital. La plusvalía del Capital Financiero ya no es una variable creciente, ahora se manifiesta como una variable decreciente con tendencias irreversibles. Las leyes del “libre empleo” se desploman, el trabajo asalariado que genero el circulante monetario que requiere la regulación interna para que la sociedad consuma, se desdibuja en la generalización de la automatización cibernética de la producción. El desempleo afecta los espacios críticos de la vida económica, manifestándose agónicamente donde la imposición de la dependencia es más aguda.


El desarrollo de las Fuerzas Productivas condujo e impuso el mejoramiento tecnológico de la instrumentación, hasta el punto de conseguir la automatización; la retroalimentación de los procesos energéticos en las dinámicas del movimiento interno de los cuerpos, produjo la acción automática del trabajo, generalizando la robotización en la producción.

 Germán Zabala, comenta que “a nosotros nos corresponde esclarecer el núcleo problemático que caracteriza la transformación geopolítica que estamos experimentando, en donde la retroalimentación artificial automatizada apareció para estructurar nuevos principios como los siguientes:

·         No se necesita trabajar para comer.
·         El trabajo asalariado es innecesario.
·         El empleo no es una virtud, sino una carga “necesaria” de la historia.
·         La educación no se debe impartir para enseñar a trabajar, sino para aprender a buscar la felicidad.
·         En fin que el paradigma que caracterizó el mundo hasta ayer, no tiene sentido en la realidad cultural de nuestro tiempo.

Dentro de esta perspectiva, el empleo es una categoría económica “efímera” ya que está “amenazada de próxima desaparición”... El empleo nos dio todo lo que somos, nos esclavizó y nos liberó, produciendo una Deuda Social que hoy se le debe retribuir a la cultura. (Zabala 2004, inédito). Nace así la alternativa de la ocupación solidaria como una revolución de cambio permanente.
  
La propuesta en el desarrollo de la ocupación tiene básicamente una posición ética. El ser humano no debe llevar en su proyección, el peso del sufrimiento superado por la redención de la historia, por el contrario debe encontrar el camino de la felicidad en donde el sentido de nuestra acción debe darse en el placer de lo gozado. Por eso la ocupación solidaria es el camino que encuentra la sociedad, para comenzar a pagar la Deuda Social.

Para Germán Zabala la ocupación solidaria consiste básicamente en:

·         Rebasar el trabajo asalariado, superando el empleo que fue el sustento del capital. Einstein dijo: “es más fácil desintegrar el átomo que desarraigar un prejuicio”. Esta dificultad hoy se hace más evidente, en los condicionamientos sociales de un mundo que se acaba.
·         Construir una nueva modalidad de acción para que el ser humano encuentre en la solidaridad social y en la capacidad de dirección personal, el camino para sustentar su existencia. (Zabala, 2004, inédito).

Podemos afirmar que El Capital Social elabora la ocupación, haciendo de la acción solidaria de la participación autopoyética, el territorio de la actividad creadora, donde el ser humano como emprendedor asume la dirección de la producción, corrigiendo los errores.

Zabala contempla el surgimiento del concepto de red en el nuevo espacio de la producción cibernética, donde la productividad solidaria es lo que establece la unidad.

Este proceso de producción cibernético se distingue de la automatización, en que el primero requiere de la dirección humana para corregir los errores propios de la mecanización y de la entropía de la autorregulación, en busca de lograr la mejor calidad, mientras que el segundo, parte de la realización automática del instrumento en la elaboración directa del autómata.

El trabajo de dirección requiere de un ser humano que en cada instante debe decidir que hacer, sin perder un solo momento en la atención que se tiene que dar al tiempo de los autómatas. Por este motivo se requiere de un ser que no sea explotado, teniendo en cuenta que el producto que se realiza es su obra. El obrero asalariado no produce calidad, pues él vende tiempo laboral, sin importarle los efectos finales del producto. (Zabala, 2004, inédito).

El segundo momento del Capital Social es la comercialización, que también influye en la modalidad de producción, cambiando sustancialmente el proceso económico del Capital Financiero.

Según Zabala (2004)  la producción de calidad se determina por el modelo que se negocia con anterioridad a la entrega de los pedidos, que no se realizan en el mercado de oferta y demanda, donde la producción se elabora para ofrecerla al mercado libre. El mercado de (diseño – modelaje) aparece con el desarrollo de la automatización, que podía garantizar una calidad superior a la que venía ofreciendo el trabajo asalariado. Fue en ese momento donde apareció la necesidad de la competencia en la calidad de la producción, que exigió grandes esfuerzos en la transferencia de tecnología.

Pronto surgió en el espacio del Capital Social, la presencia del diseño, que con anterioridad a la moda, generaba los modelos que se iban a usar en el futuro próximo. Rápidamente la comercialización exigió a la producción abastecer con anterioridad la demanda futura de los mercados. (Zabala, 2004).

Es en este nuevo espacio donde se mueven las condiciones de la producción y la comercialización del Capital Social, que exigen a las relaciones económicas, nuevas correlaciones sociales y políticas.

Zabala comenta que “El surgimiento generalizado de la automatización elimina la plusvalía, desapareciendo la explotación en la producción, anunciándose el trabajo solidario en el surgimiento de la dirección de los emprendedores sobre la automatización  producción social que garantiza la calidad que exige la nueva comercialización, permitiendo en la nueva división tecnológica de la sociedad, los procesos solidarios de la diferenciación personal, donde las comunidades encuentran el camino de la pluralidad y de la comunión social. (Zabala, 2004).

Desde esta perspectiva las formas precapitalistas de la administración vertical de los procesos de producción en el cooperativismo, no es otra cosa que el reflejo de la experiencia del socialismo utópico, que basaba la dirección social en el liderazgo de los más aptos, sacándolos del trabajo transformador, para especializarlos en el control de la productividad, convirtiéndolos en el reemplazo de las clases dirigentes.


La visión de una nueva actitud política : la democracia participativa

De Sousa Santos considera que no es posible  conformar estrategias emancipadoras genuinas  desde la perspectiva de la Teoría Crítica Moderna,  ya que ésta se enmarca dentro del concepto de estrategias reguladoras dictadas por el propio sistema y, por tanto,  estas estrategias están al servicio del paradigma dominante. Desde este contexto, según el autor, se asiste a la transformación de las energías emancipadoras en energías reguladoras.  De Sousa plantea la necesidad de diseñar a través de la imaginación utópica  un horizonte nuevo en donde  se anuncia el paradigma emergente. (Tamayo, 2004).

En su propuesta Boaventura plantea que La Teoría Crítica de la Modernidad  debe transformarse en un nuevo sentido común emancipador. Esta transformación paradigmática se lleva a cabo tanto a nivel epistemológico como a nivel social  y se concreta en el campo de la ciencia, el derecho y el poder.

Desde esta concepción nace la propuesta de una Nueva Teoría Crítica de la Sociedad, sustentada en cuatro pilares básicos:

  1. Una nueva teoría de la historia como respuesta al desafío  de la renovación tecnológica.
  2. La superación de los preconceptos nortecéntricos y occidentales  imperantes en las ciencias sociales
  3. La reinvención del conocimiento como emancipación y como interrogación ética
  4. La priorización de la reconstrucción teórica y la refundación política del Estado y de la democracia en tiempos de globalización.

De Sousa concibe el Estado como novísimo movimiento social, lo cual exige la refundación democrática de la administración pública para compatibilizar la eficiencia con la democracia y la equidad, y lograr una mejora de los resultados sin caer en la privatización (Tamayo, 2004).

El autor plantea tres tesis fundamentales para el fortalecimiento de la democracia participativa:

Primera tesis: por el fortalecimiento de la demo – diversidad
Segunda tesis: fortalecimiento de la articulación contra-hegemónica entre lo local y lo global
Tercera tesis: Ampliación del experimentalismo democrático (De Sosusa, 2004).

En el Milenio Huérfano, en el capítulo titulado “Hacia una sociología de las ausencias y una sociología de las emergencias”, De Sousa plantean la propuesta de las cinco monoculturas y las cinco ecologías, de la siguiente manera:

  1. Monocultura del saber científico  vs.  Ecología de los distintos saberes
  2. Monocultura de la lógica del tiempo lineal Vs Ecología de las temporalidades
  3. Monocultura de la clasificación social Vs  Ecología de los reconocimientos
  4. Monocultua de lo universal como válido Vs Ecología de las trans – escalas
  5. Monocultura productivista de la ortodoxia capitalista Vs Ecología de las producciones y distribuciones  sociales.

En la introducción del libro Democratizar la democracia. Los caminos de la democracia participativa, De Sousa plantea textualmente que el siglo XX fue un siglo de intensa disputa en torno a la cuestión democrática. Esta disputa, iniciada al final de las dos guerras mundiales y a lo largo del período de la guerra fría, abarcó dos aspectos principales: en la primera mitad del siglo , el debate se centró  alrededor de la deseabilidad de la democracia … El segundo debate, que permeó la discusión en torno a la democracia después de la segunda Guerra Mundial, se refiere a sus condiciones estructurales, lo cual implicó, además, una discusión sobre la compatibilidad o incompatibilidad  entre democracia y capitalismo.

Continúa el autor afirmando que simultáneamente, otro debate se articulaba al de los requisitos estructurales de la democracia, el relacionado con las virtualidades redistributivas de aquella. … De ahí que dentro del contexto de este debate se discutiese sobre modelos de democracia alternativos al modelo liberal: la democracia participativa, la democracia popular en los países del este de Europa, la democracia desarrollista de los países recién llegados a la independencia.

En esta introducción, el autor  pretende demostrar que el debate sobre la democracia a lo largo del siglo XX quedó limitado a dos formas complementarias de hegemonía: una, se basa en el supuesto de que la solución del debate europeo del periodo de entreguerras fue el abandono del papel de la movilización social y de la acción colectiva en la construcción de la democracia (Huntington, 1969); la otra, parte del supuesto de que la solución elitista para el debate sobre la democracia, con la sobre valoración del papel de los mecanismos de representación , puede ser hegemónica, descartando la idea de que dichos mecanismos de representación, puede  ser combinados con  mecanismos societarios de participación (Manin, 1997). En los dos casos la forma hegemónica de la democracia, la democracia representativa elitista, propone extender al resto del mundo el modelo de democracia liberal representativa vigente en las sociedades  del hemisferio norte, ignorando las experiencias y las discusiones provenientes de los países del sur en el debate sobre la democracia. A partir de una reconstrucción del debate sobre la democracia de la segunda mitad del siglo XX, pretendemos proponer un itinerario contrahegemónico para el debate sobre la democracia, rescatando lo que quedó de él en las entrelíneas. (De Sousa, 2002).

De Sosusa plantea un interrogante central a partir del cual estructura su propuesta referenciada al concepto de democracia: ¿En qué contexto debatimos hoy la cuestión de la democracia en nuestros países y el mundo?
Hace notar como una característica propia de la sociedad moderna la brecha que se establece entre las experiencias que vivimos y las expectativas que tenemos. “Este colapso de las expectativas es el colapso de la sociedad misma, es el colapso del contrato social. Es el paso de la sociedad civil a lo que yo llamo la sociedad incivil. (De Sousa, 2003).

Esta situación genera unas relaciones de desventaja y dependencia entre los más débiles y los más poderosos y estas relaciones propician la emergencia de un fenómeno social que De Sousa lo ha conceptualizado como “fascismo social”. Desde esta perspectiva, el autor sostiene que se está corriendo el riesgo de vivir en sociedades políticamente democráticas pero socialmente fascistas. La emergencia de este fenómeno social tuvo como una de sus causas principales la eliminación, propiciada por el modelo neoliberal, de la tensión creativa existente entre democracia y capitalismo.

La eliminación de esta tensión dio paso a:  el trabajo como motor de ciudadanía a el trabajo como no constructor de ciudadanía ; el Estado como no agente de interacciones mercantiles al Estado como agente de interacciones mercantiles ;  el Estado como una solución a los  problemas de la sociedad civil a un Estado problema.

Según De Sousa la sociedad civil contaba con el reformismo o la revolución como instrumentos para resistir, pero desde la caída del Muro de Berlín estos dos instrumentos entraron en crisis simultánea, propiciando la aparición de dos nuevos instrumentos: la Democracia y los Derechos Humanos. Estos nuevos instrumentos son catalogados por el autor como hegemónicos y por tanto sus promesas de dignidad no pueden ser cumplidas (De Sousa, 2003)

Boaventura De Sousa enuncia  como solución  buscar en lo hegemónico las semillas de la contrahegemonía: reinventar la tensión entre Democracia y Capitalismo. Aquí surge entonces el análisis de la democracia como problema (globalización neoliberal) y la democracia como solución (globalización alternativa).

De Sousa trabaja como tesis central  que no hay una sino varias concepciones de democracia, en contraposición a la pretensión de imponer la democracia liberal representativa como único modelo de democracia válido.
Esta democracia liberal representativa presenta los siguientes problemas:
  1. Surge del capitalismo y se basa en la idea del mercado económico y del mercado político.
  2. Los ciudadanos no hacen decisiones políticas, sino que eligen los decidores políticos.
  3. Tiene un carácter formal , de procedimientos
  4. Es monocultural

El autor contempla como solución, propiciar la complementariedad entre democracia representativa y la democracia participativa. Para ello sugiere adelantar un análisis a partir de las siguientes tesis:

Primera tesis: Tenemos que luchar por la demo- diversidad.
Segunda tesis: hay que desarrollar criterios transculturales de democracia.
Tercera tesis: las democracias deben ser jerarquizadas  según su intensidad.
Cuarta tesis: la democracia representativa tiende a ser una democracia de baja intensidad.
Quinta tesis: en muchas sociedades la democracia es de bajísima intensidad.
Sexta tesis: están emergiendo formas contra- hegemónicas de democracias de alta intensidad.
Séptima tesis: podemos encontrar una complementariedad entre democracia participativa y democracia representativa.
Octava tesis: No hay democracia sin participación y no hay participación sin condiciones de participación.
Novena tesis: Para desarrollar la democracia, tenemos que articular democracia local con nacional y global.
Décima tesis: luchar contra la perversión de la democracia
Undécima tesis: no hay democracia sin una democracia de conocimientos, de saberes.

Esta complementariedad tiene las siguientes condiciones: 1. Los partidos y el Estado deben tener credibilidad mínima. 2. los movimientos sociales y asociaciones tienen que ser autónomos, no pueden ser emanaciones de partidos. 3.  La complementariedad debe ser el resultado de la tensión – confrontación.  4. Es necesario pasar de una tecnoburocracia a una tecnodemocracia.

Los objetivos de esta complementariedad están encaminados a ampliar la agenda política y esta no puede venir desde dentro del Estado, sino desde afuera y este afuera es la Democracia Participativa. Este tipo de democracia debe propiciar la creación de un rol social alternativo, debe ser realmente una democracia alternativa.

La visón de una redefinición  interna : Principios éticos fundacionales

Dentro de la redefinición interna de lo político y lo social , Luis J Garay hace la reflexión desde el concepto de principios éticos fundacionales, señalando entre estos:
-          El respeto por los Derechos Humanos: La estricta observancia de los derechos humanos que le corresponde a cada ciudadano, consecuente con su corresponsabilidad en el compromiso de velar por los derechos humanos de los demás.
-          La aplicación de justicia bajo en condiciones de igualdad:
-          El derecho a la vida en cualquier condición es el más primario y básico de todos los derechos humanos, la plena vigencia de la ley y la aplicación de la justicia en derecho en condiciones de igualdad.
-          La preponderancia del “bien común “y la legitimación societal de lo público. Una de sus manifestaciones consiste en la no supeditación de lo público por parte de los intereses privados privilegiados  para su propio provecho y en detrimento – exclusión de otros intereses de la población – en especial de los grupos desprotegidos. (Garay, 2004).

Garay también plantea los siguientes postulados y propósitos centrales de la acción social: La legitimación e institucionalización del Estado en su calidad de  “ ente responsable del bien común”, el avance  hacia una democracia participativa y deliberativa sustentada en un ciudadano reflexivo y en una cultura cívica como la bases esencial de la acción política, la implantación de una “verdadera” cultura empresarial y de un contrato societal para la competitividad sistémica en una sociedad en proceso de modernización. Propósito enmarcado en la búsqueda por propender por una inserción “creativa” y no “destructora” a un escenario internacional crecientemente abierto a la  competencia, y en consulta con criterios de justicia distributiva, la aplicación de un acuerdo societal sobre principios rectores de la justicia distributiva en el país.(Garay, 2004).



BILIOGRAFÍA


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ZABALA , Germán. Ensayo sobre capital social. Inédito 2005

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